### Amanita 19
Hércules y el Ciervo de Monte Cerynea, Antonia Tempesta
### La Cierva de Cerinea
Uno de los trabajos más esquivos de Hércules fue capturar la Cierva de Cerinea, un animal que se decía que había sido alimentado con ambrosía por la misma Artemisa. Una criatura sagrada para la diosa. Euristeo, quien asignaba las tareas de Hércules, esperaba que esta sellara su destino. Seguramente, Artemisa destruiría a cualquier mortal que se atreviera a tocar a su querida cierva.
En efecto, Artemisa sorprendió a Hércules en el acto. Pero el destino, como suele ocurrir en los mitos, tenía sus propios planes. Como Hércules, Artemisa también era una hija ilegítima de Zeus y había probado la amargura de Hera. Al escuchar la explicación de Hércules, que no tenía intención de hacer daño y pensaba liberar al animal, ella lo dejó ir, satisfecha.
Los ciervos, por cierto, están entre los comensales más entusiastas de Amanita muscaria. Solía buscar estos hongos en Waterleidingduinen cerca de Ámsterdam, pero era casi imposible competir con las colonias locales de ciervos.
Para aquellos interesados en ejercicios chamánicos: el desafío de tocar a un ciervo—llámalo toca-un-ciervo, si así lo deseas—es una de las mejores pruebas de quietud interior. Un verdadero yoga mental y físico. Una vez conseguí acercarme a un ciervo a un solo metro de distancia. Un pequeño pero profundo indicador de que mi quietud interior estaba progresando.
Uno de los relatos psicodélicos más fascinantes de Oriente Medio—además de La Caperucita Roja y la Biblia—es la historia de Shahmaran, conocida en Las 1001 Noches como Jemlia, el Sultán del Subterráneo.
Aunque no hay pruebas definitivas de que Amanita muscaria juegue un papel en la historia, hay elementos curiosos que hacen pensar. En las regiones áridas, al fin y al cabo, el fondo de un pozo podría ser uno de los pocos lugares donde crecen hongos. ¿Y qué pensar de un mundo oculto bajo la superficie, lleno de serpientes pálidas?
La historia comienza con un viajero llamado Tasmasp—o Camsap. Abandonado por sus compañeros, acaba en el fondo de un pozo mientras recolectaba miel. Allí, entre las serpientes, conoce a Shahmaran, una hermosa mujer con el cuerpo inferior de una serpiente.
Ella lo acoge, y pasan años juntos, durante los cuales ella comparte un profundo conocimiento sobre los orígenes y el destino de la humanidad.
Se enamoran. Pero con el tiempo, el hombre anhela regresar a la superficie.
Plato turco de mosaico hecho a mano de Mersin
### Shahmeran, la Serpiente de los Secretos
Al principio, Shahmeran no quería que Tasmasp se fuera. Pero finalmente, cedió—con una condición: nunca debía hablar de ella a nadie. Cuando Tasmasp regresó al mundo de arriba, encontró al Sultán gravemente enfermo. La única cura, según el Sultán, residía en la carne de Shahmeran. Ordenó al pueblo que la encontraran—o a cualquiera que conociera su paradero.
Se dirigieron a los baños públicos, donde el agua, encantada por el saber antiguo, revelaría a aquellos que habían estado en contacto con Shahmeran: su piel se convertiría en escamas. Tasmasp entró a los baños, y la verdad brilló en su piel para que todos la vieran.