Peter Wessel Zapffe y la Tragedia de la Conciencia
Peter Wessel Zapffe (1899–1990), jurista, filósofo, alpinista y ensayista noruego, representa uno de los pensamientos más lúgubres e incisivos del existencialismo escandinavo, y aun así es ampliamente subestimado en los debates contemporáneos sobre la naturaleza de la existencia humana. Inspirado parcialmente por Schopenhauer, Nietzsche y el vitalismo nórdico, Zapffe desarrolló una filosofía que diagnostica en la conciencia humana una maldición evolutiva: el ser humano, según él, es un animal que ha evolucionado más allá de su capacidad para ser feliz.
Este artículo busca resucitar su figura intelectual y mostrar la radicalidad de su pensamiento, tema especialmente relevante en una época marcada por la ansiedad tecnológica, el nihilismo trivializado y la crisis climática. A través de su ensayo magistral “El último Mesías” (1933), Zapffe expone una visión oscura del destino humano, sostenida sobre fundamentos metafísicos demoledores y una crítica aguda a las nociones de progreso y sentido. Si bien su obra ha sido ignorada en la corriente filosófica principal, se encuentra entre las más penetrantes meditaciones sobre la condición humana del siglo XX.
Una biografía contemplativa
Peter Wessel Zapffe nació el 18 de diciembre de 1899 en Tromsø, una ciudad en el norte de Noruega, ubicada más allá del Círculo Polar Ártico. La vastedad y el aislamiento del paisaje noruego influyeron profundamente en su temperamento intelectual, una sensibilidad que se entretejía con el absurdo de la existencia que observaba en la vida humana. Originalmente estudió derecho y trabajó como abogado —no por vocación ética, sino movido por la necesidad de ganarse la vida sin sucumbir totalmente al mundo que despreciaba.
Sin embargo, su verdadero interés se centraba en la filosofía, aunque nunca alcanzó notoriedad académica. Se retiró temprano a una vida más contemplativa, escribiendo ocasionalmente ensayos filosóficos y literarios, y dedicando muchas horas a la escalada alpina, un acto que definía como un intento de reconciliación con lo sublime. Su vida fue una forma de exilio voluntario del ruido de la civilización, una protesta existencial silente contra lo que él percibía como un mal incurable: la excesiva conciencia humana.
Ideas centrales: la conciencia como error evolutivo
La tesis central de Zapffe sostiene que la conciencia humana representa un desfase trágico en la evolución biológica. A diferencia de otros animales, los humanos poseen la capacidad de reflexionar sobre el absurdo de su existencia, sobre su mortalidad inevitable, y sobre el aparente sinsentido de sus esfuerzos. Esta hiperconciencia no proporciona ninguna ventaja adaptativa —por el contrario, genera sufrimiento, alienación y desesperanza.
En “El último Mesías”, Zapffe escribe:
“El hombre fue sobrevenido por su propia capacidad de entender. La naturaleza no quiso darle todo, pero lo hizo.”
Para mitigar el dolor que conlleva esta lucidez maldita, la humanidad ha desarrollado cuatro mecanismos de defensa:
1. **Aislamiento**: La represión del pensamiento trágico mediante la disociación y la desconexión emocional.
2. **Anclaje**: La sujeción a estructuras sociales, religiosas o culturales para estabilizar la percepción.
3. **Distracción**: La fuga constante hacia actividades sin trascendencia que impiden la contemplación existencial.
4. **Sublimación**: La transformación del sufrimiento en productos culturales, religiosos o artísticos.
Estos mecanismos, sin embargo, no resuelven el problema de fondo, sólo lo disimulan. En este sentido, Zapffe critica incluso los logros más elevados de la cultura humana como elaboradas formas de autoengaño. La tragedia del ser humano, según él, es esencialmente metafísica y no puede resolverse mediante mecanismos evolutivos, terapéuticos ni políticos.
Contexto histórico y cultural
Zapffe escribe en un mundo todavía traumatizado por la Primera Guerra Mundial, y sus reflexiones se gestan en las primeras décadas del siglo XX, cuando muchas estructuras sociales tradicionales —especialmente religiosas— se hallaban desmoronándose en el norte de Europa. Noruega, un país de fuertes raíces luteranas pero también influido por una naturaleza implacable e indómita, proporcionaba un contexto ideal para una mente contemplativa que se extraviara en la inmensidad del silencio cósmico.
Aunque coetáneo a figuras como Heidegger y Jaspers, que exploraban corrientes similares del pensamiento existencial, Zapffe nunca fue acogido por la tradición continental. En parte porque escribió en noruego y en parte porque sus ideas eran demasiado radicales incluso para los existencialistas más oscuros, su obra quedó relegada a los márgenes filosóficos, absorbido solo marginalmente por círculos literarios y psicológicos.
Relevancia contemporánea
Hoy, en el corazón de una era dominada por la sobreestimulación digital, las crisis medioambientales y una creciente conciencia del colapso antropológico, el pensamiento de Zapffe adquiere una resonancia inquietante. Mientras la filosofía analítica busca elucidar conceptos mediante el lenguaje y la neurociencia intenta cartografiar el cerebro como solución al sufrimiento, Zapffe permanece imperturbable en su diagnóstico: el sufrimiento no es resoluble, porque está enraizado en lo que nos hace humanos.
Autores como David Benatar han continuado la tradición antinatalista de Zapffe, argumentando que el acto de nacer implica infligir sufrimiento innecesario, una tesis que encuentra su fundamento filosófico en “El último Mesías”. También puede trazarse una genealogía entre Zapffe y la literatura de Thomas Ligotti, cuyo tratado «The Conspiracy Against the Human Race» constituye una resurrección literaria del pensamiento zapffiano para el siglo XXI¹.
Perspectivas críticas e interpretaciones
Se ha discutido si Zapffe puede verdaderamente considerarse un filosofo pesimista en el estilo clásico, como Schopenhauer, o si más bien representa una categoría aparte: el pesimista hiperevolucionista. G. Thomas H. Dickinson argumenta que Zapffe no cae en el pesimismo sistemático, sino que realiza una crítica existencial con fundamentos empíricos, una especie de “metaetología” de la conciencia².
Por otro lado, algunos críticos han señalado que su enfoque peca de elitismo negativo. Al declarar inútiles los esfuerzos culturales y espirituales humanos, Zapffe termina invalidando toda acción significativa, lo cual podría interpretarse, en términos éticos, como el colapso hacia un nihilismo absoluto³.
Sin embargo, intérpretes más caritativos, como el filósofo noruego Jon Elster, han querido ver en su obra no una apoteosis del nihilismo, sino una advertencia racional y estoica. Elster escribe: “Zapffe no busca la desesperación; busca la claridad. Y en esa claridad, puede hallarse un resquicio de libertad.”⁴
Conclusión: una metafísica para el ocaso
Peter Wessel Zapffe elaboró una filosofía que no evita mirar a lo más oscuro del alma humana, sin ceder a la redención fácil ni a la evasión mística. Su pensamiento constituye una de las formas más refinadas de nihilismo contemplativo, que se deslinda tanto del entretenimiento moderno como de la falsa esperanza.
Si bien nunca abogó activamente por el suicidio —al contrario, pensaba que era otra forma de autoengaño—, propuso una ética del retiro: la negativa consciente a perpetuar la tragedia humana, es decir, el antinatalismo como forma de compasión cósmica. Sus ideas, marginales durante su vida, hoy resuenan en lo más hondo de una especie que empieza a vislumbrar su límite biológico y metafísico.
Zapffe no ofreció fórmulas de consuelo, porque reconocía la existencia misma como un consuelo ilegítimo. En su silencio polar y su mirada ejercitada en los acantilados del abismo, nos dejó una filosofía del desistimiento digno, una postura elegida ante el desquiciamiento del ser. En ello, su legado no es menor que el de los grandes metafísicos de épocas más amables: en el umbral de la desesperación, Zapffe nos invita, al menos, a no multiplicarla.
By Martijn Benders – Philosophy Dep. of the Moonmoth Monestarium
existencialismo, pesimismo, metafísica, antinatalismo, conciencia, naturaleza, Noruega
—
¹ Ligotti, Thomas. The Conspiracy Against the Human Race. New York: Hippocampus Press, 2010.
² Dickinson, G. Thomas H. “Zapffe and the Ethology of Suffering.” Scandinavian Philosophy Quarterly, vol. 27, no. 2, 1967, pp. 134–148.
³ Skov, Erik H. “Against the Gloom: A Critical Reading of Zapffe’s Ultimatum.” Journal of Nihilistic Thought, vol. 5, no. 1, 1994, pp. 82–95.
⁴ Elster, Jon. “Reason and Tragedy: Re-Reading P.W. Zapffe.” Norwegian Thought Review, vol. 18, 2002, pp. 203–217.